Un objeto muy simple puede ser usado para crear objetos mucho más complejos, la obra de John Bisbee, intrincadas esculturas compuestas completamente de clavos, es un ejemplo muy claro.
Bisbee contó que cuando estaba en la universidad trabajando en un proyecto fue a una casa abandonada para buscar materiales que incorporar en su obra y es entonces que pateó un balde que se volcó y salieron clavos de el quedando como un objeto enmarañado de metal con forma de balde, es ahí cuando tuvo una epifanía y se dedicó desde entonces a realizar sus obras con este material. Su mantra es “Solo clavos, siempre diferente”.
Puedes ver más de la obra de John Bisbee en su sitio web.
Via Colossal.